2007-10-07

¡Jo, qué noche!

Veamos.

Me tomo el finde para descansar, porque la verdad es que estoy acumulando fatiga día tras día, y he acabado teniendo una nochecita que ni Griffin Dunne en la película de Martin Scorsese.



1 - Los vecinitos.


Desde media tarde, mis vecinos de arriba han estado poniendo la misma canción (un esperpento a lo cumba-ya que tardaré en eliminar de mi memoria), a pleno volúmen y mientras bailaban encima de mi dormitorio. O por lo menos, eso parecía por las vibraciones del techo.

Han parado cuando, después de pedirles varias veces por el patio de luces que bajaran la música, me he medio-vestido, he subido y he intentado acceder a la azotea, donde está el acceso a su choza.

Por lo visto, debían tener la música a ese volúmen para poderla escuchar cómodamente desde la azotea, porque lo cierto es que estaban allí, al lado de la puerta de acceso a la misma.

En una mezcla de castellano-árabe-italiano, me han pedido perdón y han quitado la música, con lo que me he vuelto a la camita...

...y no me he podido dormir en un buen rato, por toda la adrenalina que había generado.



2 - El incendio.


A eso de las 4:30 (lo digo de memoria, pero podría ser una hora más o menos), y cuando ya estaba entrando en los Mundos de Yupi, con Morfeo como guía de excepción, me ha despertado bruscamente una cantidad de sirenas de bomberos y policía que claramente no podían estar de paso.

Lo siguiente que he notado ha sido un fuerte olor a plástico quemado, por lo que me he acercado a la ventana a ver qué pasaba.

Bajo mi ventana había tres camiones del Cuerpo de Bomberos, acompañados por dos coches-patrulla de la Guàrdia Urbana (y varios Mossos d'Esquadra que han salido de la comisaría que hay en el edificio de enfrente al mío). A los pocos minutos ha llegado también una ambulancia.

Observando a los bomberos y demás personal, he llegado a localizar la fuente de tanto barullo: en el primer piso del edificio contíguo al mío, había algo que olía a chamusquina. Un casi imperceptible, pero uniforme, hilillo de humo se elevaba de esa ventana.

He estado observando la operación con un cierto desinterés (no olvidemos que tenía un sueño considerable), hasta que algo ha pasado en el interior del piso en llamas; el fino hilillo de humo se ha convertido, de golpe, en una gruesa columna de humo, que ha comenzado a esparcirse por las ventanas y balcones próximos.

He elegido ese momento para cerrar la ventana (no me gusta que los edificios ajenos fumen en mi casa, ¿vale?), y me he vuelto a la cama.



3 - La Manifa.


Vale, algo sí he conseguido dormir tras la tórrida anécdota, lo reconozco. Pero estaba en lo mejorcito cuando ha empezado a oirse el paso de una manifestación, supongo que por la Vía Laietana.

No estoy seguro de cuál era el tema de la manifa, pero por los grititos de "Libertad", deduzco que pueden estar relacionadas con la detención de la cúpula de Batasuna, con lo de las fotos quemadas de JuanCar, o posiblemente con alguno de los muchos otros eventos de los que no me entero.

En fín... que tengo sueño, pero ya paso.

Besitos.

1 comentario:

Esther Yébenes dijo...

Ja!!! Eso te pasa por vivir en el centro. Si vivieras en la periferia, te ahorrarías como mínimo las manifestaciones, y respecto al ruido seguro que habría otro vecino que llamaría a los Mossos antes de que llegaran a molestarte a tí...

Lo del incendio puede pasar hasta en las mejores familias... pero ya hay que ser gafe para que el fin de semana que nos vamos todos a Sitges, tú te quedes a descansar y se incendie el edificio de al lado...

Gafe por decir algo, vamos...